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Llamadas al extranjero, y más allá



El siguiente artículo es fruto de la imaginación de su autor con el fin de festejar el día de los Inocentes. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Las grandes inversiones destinadas a la búsqueda de vida en otros planetas no han arrojado el resultado esperado. La opinión pública empieza a resentirse contra lo que considera un despilfarro económico frente a las penurias que afligen al planeta Tierra y sus habitantes. Y se expande una visión interesada de la necesidad de dicha investigación. De existir otros seres, ¿ello nos beneficiaría de algún modo? Si la respuesta es no, entonces el conocimiento por el conocimiento no justifica el esfuerzo enorme que se está llevando a cabo. No es rentable.

Simultáneamente, reina un gran pragmatismo, que ha propiciado el surgimiento de la iniciativa "¿Por qué nosotros primero?", con sede en Bruselas. Ésta sugiere dejar la delantera a los supuestos extraterrestres, y esperar tranquilamente a ser contactados. Los miembros de dicha asociación no gubernamental, pero con un respaldo importante por parte de algunos grupos creacionistas norteamericanos, coinciden en que la postura pasiva de los supuestos extraterrestres es en exceso cómoda, y que lo mínimo que podrían hacer es dar alguna señal de vida que justifique nuestros desvelos.

Éste no es el único corpúsculo que se opone a la política científica común entre los centros de investigación punteros en temas de astrobiología: la búsqueda sin excusas de otra vida en otro lugar. El grupo "En defensa de las buenas maneras" afirma que es de una mala educación intolerable presentarse en otro planeta sin avisar. Su vocal, el señor Smith, representante de todos los miembros sin nombre que lo integran, descalifica los viajes espaciales, tanto en vuelos tripulados como no tripulados, por lo que suponen de visitas probablemente indeseadas.

Hace unos años, "En defensa de las buenas maneras" presionó en el Parlamento Europeo y en el Congreso de Estados Unidos para que se previniera a los planetas donde se tenía pensado aterrizar, de modo que no fueran tomados por sorpresa. Su objetivo era al mismo tiempo saber si había alguien allí, antes de aventurarse a realizar la enorme inversión que supone un viaje de tales características.

La propuesta tuvo éxito, y se empezó a desarrollar secretamente el proyecto "Teléfono rojo". Su nombre hace referencia al famoso teléfono (en los comienzos, un teletipo) que establecía comunicación directa entre la URSS y los Estados Unidos durante la guerra fría, y que permitió evitar males mayores en situaciones límite.

El proyecto "Teléfono rojo" ha requerido cinco años de trabajo a un centenar de personas para poner a punto un dispositivo que realiza llamadas interplanetarias e intergalácticas. Curiosamente, cuando las comunicaciones internacionales pasan con frecuencia por Intenet, se recupera el viejo teléfono de disco para llegar más allá.

Esta información, que ha sido filtrada a la prensa por un desaprensivo ávido de dinero, será publicada con mayor detalle en Tatture en su número de principios de enero de 2007. Por lo que sabemos, de momento se ha telefoneado a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Únicamente se ha recibido respuesta de este último, donde alguien o algo ha solicitado que, ya que no se considera a su mundo como planeta de pleno derecho, lo mínimo sería dejarle en paz.

Autor: Annia Domènech

Fuente:
http://www.caosyciencia.com/ideas/articulo.php?id=281206

Pd.-Lo mínimo que podrían hacer los supuestos extraterrestres, es dar alguna señal de vida que justifique nuestros desvelos.
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